La unión de la biotecnología y el emprendimiento ha resultado ser una combinación ganadora. En Salamanca tenemos buenos ejemplos y algunos de sus responsables se han dado cita en la jornada “Salamanca Tech: Cultivando ecosistemas innovadores con spinoffs” celebrada en el Salón de Actos de la Facultad de Farmacia.
Los estudiantes han tenido la oportunidad de conocer de primera mano los testimonios de Ricardo Jara, antiguo alumno de la Universidad de Salamanca y responsable de Immunostep, spinoff asentada en la institución académica; Luis García Ortiz, director del Instituto de Investigación Biosanitaria de Salamanca (IBSAL); Antonio Muro, catedrático de Parasitología de la Universidad de Salamanca; y Miguel Ángel Ávila, CEO y cofundador de la empresa Neurofix, ubicada en el Parque Científico, que actuó como moderador.
La biotecnología es uno de los campos más potentes de la Universidad y también de la ciudad de Salamanca, de hecho, ocupa un lugar principal en la estrategia Salamanca Tech, impulsada por el Ayuntamiento con la institución académica y así volvió a ponerlo de manifiesto el alcalde Carlos García Carbayo en su bienvenida a los asistentes a la jornada, donde recordó que pronto la ciudad contará con una nueva bioincubadora Abioinnova.
El trabajo conjunto entre el ámbito académico, la industria y el sector público a través de instituciones como el Ayuntamiento, es esencial para avanzar en un modelo de transferencia de tecnología capaz de crear ecosistemas innovadores donde el impulso del desarrollo tecnológico y la innovación vayan de la mano.
Debemos trabajar por la atracción de talento a la ciudad, la estrategia Salamanca Tech avanza en esa dirección, y los estudiantes deben conocer las muchas posibilidades que pueden tener tras terminar los estudios de Farmacia, Biología, Biotecnología y otras titulaciones afines. También la puerta del emprendimiento está abierta para estos jóvenes y, además, en la ciudad de Salamanca pueden tener acceso a un ecosistema en el que encuentren todos los apoyos que necesitan para desarrollar sus iniciativas emprendedoras y sumarse a casos de éxito, como los de Neurofix o Immunostep en el cambio biosanitario.
Hoy los jóvenes tienen la oportunidad de cumplir sus sueños siendo emprendedores, hay un ecosistema proclive y también un tejido industrial potente que valora la generación de conocimiento y la importancia de la transferencia de conocimiento.