En la Real Academia de Medicina de Salamanca (RAMSA) estamos de enhorabuena. La hematóloga María Victoria Mateos ha ingresado como académica de número, una destacada incorporación pues esta prestigiosa investigadora del ámbito de la Oncología es la tercera mujer en alcanzar este honor.

Ayer tuve el honor de acompañarla, junto a José Carretero, decano de la Facultad de Medicina, en su entrada al Paraninfo de las Escuelas Mayores. Fue un momento muy emocionante en el que me vinieron a la cabeza bonitos recuerdos del pasado mes de mayo, cuando yo me incorporé a la Academia de Medicina.

María Victoria Mateos, compañera en la Universidad de Salamanca nos deleitó con un brillante discurso de entrada titulado “Investigación en Hematología: el Mieloma Múltiple como modelo”, un completo repaso de los avances alcanzados en este campo de la medicina, y le contestó Consuelo del Cañizo, miembro de número de la RAMSA y antigua compañera de la nueva académica. Ellas dos y María del Carmen Sáenz representan al sector femenino en la Real Academia de Medicina de Salamanca, pero pronto habrá nuevas incorporaciones, ya que la profesora Bertha Gutiérrez Rodilla ingresará el día 23 de noviembre por la especialidad de Historia de la Medicina.
Los méritos de María Victoria Mateos para ingresar en la RAMSA son de sobra conocidos: hematóloga en el Hospital Universitario de Salamanca e investigadora en mieloma múltiple y presidenta de la Sociedad Española en Hematología y Hemoterapia, sobresale por haber impulsado la terapia con células CAR-T. Los reconocimientos que ha alcanzado son muchos y muy merecidos, pero quizás destaque el Premio Bart Barlogie de la Sociedad Internacional del Mieloma.

Su incorporación a la RAMSA permitirá extender su amplio conocimiento entre los miembros de la Academia de Medicina. Ayer demostró una vez más su gran valor: “Quedan todavía retos importantes, pero los retos son necesarios para avanzar y generar la innovación, que siempre viene derivada de investigación básica, traslacional y clínica”, afirmó María Victoria Mateos. Yo me sumo a sus palabras. ¡Enhorabuena, compañera!