Somos herederos de una tradición y depositarios de un legado histórico que debemos mantener, engrandecer y transmitir con el apoyo de todos.
Mi visión y capacidad de trabajo así como la experiencia acumulada son cualidades que necesita la Universidad de Salamanca. Entre mis deseos de cara al futuro está el recuperar la influencia de la USAL para situarla en el nivel que le corresponde, dado su prestigio y su tradición. Tenemos grandes desafíos por delante que atraigan a los mejores estudiantes, porque ellos son nuestros mejores embajadores.
En mi programa electoral habrá tres ejes principales: comunidad universitaria, formación de calidad y responsabilidad social. Nos centraremos en estabilizar, promocionar y rejuvenecer la plantilla del PDI y pondremos en marcha un plan inmediato para la promoción del PAS. Integraremos los servicios de apoyo a los estudiantes e impulsaremos medidas para facilitar su empleabilidad.
La Universidad de Salamanca debe ser líder en Másteres y Doctorado para que su actividad docente sea valorada y para que la formación reciba los recursos que necesite y lograr así la máxima calidad. Hay que potenciar titulaciones con pocos alumnos e impulsar programas de movilidad a todos los niveles. Debemos hacer que la Universidad de Salamanca sea líder en docencia, investigación, responsabilidad social, transferencia, internacionalización…
Aunque siempre hay margen de mejora, estoy convencido de que la labor que hemos llevado a cabo estos años junto al actual equipo rectoral, ha logrado mejorar la financiación, aumentar las publicaciones científicas y recuperar la ilusión por el trabajo bien hecho. Todo ello, a pesar e la merma sufrida en investigadores.
Somos herederos de una tradición y depositarios de un legado histórico que debemos mantener, engrandecer y transmitir con el apoyo de todos.
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