Imprimir en 3D

Trabajar gracias a la impresión 3D

Este nuevo sistema tecnológico se ha colado en la actividad industrial y ofrece muchas posibilidades de desarrollo en campos muy diversos.

La aparición de la imprenta supuso una revolución tecnológica que podríamos comparar a la de la televisión en el XX. La invención de los tipos móviles de Guttemberg abrió la puerta a la comunicación masiva y la multiplicación del conocimiento, hasta entonces confinado en los scriptorium de algunos monasterios.

En solo unas décadas, el invento se expandió por toda Europa. En Castilla y León se imprimió el primer libro que vio la luz a través de esta tecnología en España (El Sinodal de Aguilafuente, impreso en Segovia en 1472). Y antes de que terminara esa centuria ya funcionaban centros de impresión en otras ciudades como Salamanca, Valladolid, Burgos y Zamora.

Cinco siglos después, la innovación tecnológica ha puesto en nuestras manos otro tipo de proceso de reproducción no menos revolucionario: la impresión 3D. Se trata de un sistema asequible y sencillo que, con poco más de 10 años, se ha colado en la actividad industrial y ofrece muchas posibilidades de desarrollo en campos tan diversos como la ingeniería y la arquitectura, pero también la salud, la restauración del patrimonio o la nutrición, entre otros.

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La tecnología se ha hecho accesible y las empresas han descubierto las posibilidades que les ofrece una técnica fácil de manejar y personalizable al 100%.

Por eso no es extraño que el acceso a este tipo de equipos se haya abaratado, y que cada vez más jóvenes universitarios se hayan lanzado a emprender un negocio basado en la impresión 3D.

Está pasando. Hace apenas tres meses incorporamos al Parque Científico  de la Universidad de Salamanca la empresa Mi Pequeña Fábrica que está desarrollando su propia tecnología de impresión 3D, y ofreciendo formación para que, quienes estén interesados, aprendan a sacarle partido a lo de imprimir en tres dimensiones.

Quienes salen de las universidades están encontrando en la puesta en marcha de empresas de base tecnológica el camino para crear su propio empleo.

Vivimos en un momento de cambio de los modelos de negocio que afecta de manera directa a la empleabilidad. Empresas tradicionales, como las que se han dedicado a la impresión en papel, están sufriendo un cataclismo de proporciones no conocidas. Con este panorama, quienes salen de las universidades están encontrando en la puesta en marcha de empresas de base tecnológica el camino para crear su propio empleo.

La impresión 3D es un reto y una oportunidad. Tecnología barata y sencilla que sirve para generar otros productos de forma económica, rápida y flexible.

¿Seremos capaces en Castilla y Léon de ser pioneros en esta nueva forma de imprimir?

Trabajar gracias a la impresión 3D

 


Juan Manuel Corchado

Catedrático, Área de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, Departamento de Informática y Automática de la Universidad de Salamanca.


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