Si hablamos de energía, probablemente encontremos gran cantidad de información en relación a fuentes de generación, distribución y venta, y sobre todo de su precio y las constantes subidas que las eléctricas imponen a los usuarios. Pero en toda esta maraña de noticias, pocos son los que hablan de aprovechamiento de nuevas fuentes, optimización en transformación y distribución, gestión de sus residuos y eficiencia en el consumo, aunque estos aspectos sean los que estén copando la investigación.

Las TIC (tecnologías de la información y comunicación) han sido aplicadas en diferentes desarrollos científicos relacionados con la energía. El internet de las cosas, el blockchain o el Big Data se están convirtiendo en elementos clave de los últimos avances en materia de energía, éstos junto a cuestiones asociadas a la movilidad hace que algunas de las últimas innovaciones se estén poniendo ya en práctica en ámbitos como la gestión de flotas de vehículos o en la organización del tráfico de mercancías y personas en grandes ciudades o vías de comunicación críticas.

Todas estas cuestiones fueron tratadas en los últimos Premios a la innovación y tecnología para la eficiencia energética en la era digital. Quedó patente también el gran camino que queda por recorrer en aspectos como las TIC y la Inteligencia Artificial y el potencial de los profesionales que dedican su tiempo a la investigación en entidades públicas y privadas. En estos premios como ya he contado recibí el galardón a mejor directivo en la categoría de universidades y centros de investigación que sin duda agradezco, pero el mayor premio es poder trabajar codo con codo con grandes profesionales y poder coordinar más de 25 proyectos en el ámbito que hemos mencionado.