Se trata de “Cuaderno de juventud” y “Ecce homo” que nos acercan más a la figura del ex rector. Además se ha restaurado el busto de 1903 realizado por Alejandro Petit.
La Biblioteca de Unamuno, que ya cuenta con 43 volúmenes, ha presentado las dos nuevas incorporaciones que estudian la figura del que fuera rector de la Universidad de Salamanca.
Por una parte, “Cuadernos de juventud”, publicada por Miguel Angel Rivero, y que reconstruyen los primeros años de formación y lecturas de don Miguel, entre 1881 y 1892, determinantes para forjar su pensamiento.
Además, los cuadernos recogen sus incursiones primerizas en áreas filosóficas como la metafísica, la teoría del conocimiento, la ética, la estética o la filosofía del lenguaje, y anotaciones de cuño político que en esta época lo sitúan entre el liberalismo radical, el federalismo y el socialismo. A ello hemos de sumar, notas filológicas sobre el euskera, reflexiones pedagógicas, comentarios autobiográficos, borradores de cuentos y artículos, poemas, dibujos… En suma, estos cuadernos de notas son un claro ejemplo del agitado mundo interior de Unamuno.
«Mis hijos hasta hoy han sido estos cuadernillos fríos […] sin luz ni vida en que he ido enterrando mis ilusiones, mis ideas, mis sentimientos, mis estudios, toda mi alma».
La obra de Pedro Cerezo Galán, “Miguel de Unamuno. Ecce homo: la existencia y la palabra”, ofrece una nueva lectura sobre su personalidad y su pensamiento, sostenidos en tres ideas sustanciales, según su autor. La inspiración integralmente poética de su palabra y de toda su obra, pero de una poesía de raíz religiosa, que fue su respuesta original a la experiencia del nihilismo en el fin del siglo. La segunda, que su agonía interior fue la forma de preservar íntimamente su fe en la palabra poética contra el intelectualismo objetivista, que había desterrado la experiencia de lo numinoso. Y la tercera, que la actitud política de Unamuno, fue siempre de inspiración liberal, pero con un profundo sentido solidario que fraguó en un nuevo humanismo existencial de la palabra encarnada.
Me acompañaron en el acto los directores de Ediciones Universidad de Salamanca y de la Casa-Museo Unamuno, Eduardo Azofra y Ana Chaguaceda, además de los autores Pedro Cerezo Galán y Miguel Angel Rivero. Nuevos pasos que nos acercan un poco más a la siempre fascinante y poliédrica figura de don Miguel.
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